A principios de este siglo,
George Ivanovitch Gurdjieff trajo al occidente un "nuevo" método que
llamó el "Cuarto Camino" para completar la transformación personal
interior, que es la única tarea que merece la pena de tomarse en serio dentro
de esta existencia.
Lo que nosotros, actualmente
llamamos el "Trabajo", el "Cuarto Camino", el camino de la
"Evolución Personal" la "Evolución Voluntaria", el camino
de "Servicio para el Absoluto", el "Despertar", etc., tiene
sus orígenes muy arraigados en el mundo antiguo. Fue la primera religión
conocida por el hombre, y sin embargo, en esa época, no se consideró como una
religión.
Cuando se examina la historia de
la humanidad en este planeta, la apariencia misma de la palabra
"religión", forma una línea de demarcación, entre una época de una
comunicación sin adornos con las fuerzas superiores, es decir, de hacer el
Trabajo, y la ritualizada pseudo-espiritual histeria y represión, que tiene sus
raíces en las aplastantes necesidades económicas de la civilización humana.
Hace más o menos ochenta mil
años, el primer ser humano de todos, cuyo nombre se ha perdido en la
antigüedad, asumía una funcional relación de trabajo con el Absoluto, y también
con otras fuerzas superiores.
Aquellos seres, los cuales hacían
estos descubrimientos por casualidad, y que cumplían un papel importante, es
decir un servicio para el Trabajo, lo hacían directamente a través de la
relación de servicio que tenían con el jefe de su tribu local.
Era probable que se llamaran
chamanes o curanderos, y todavía existe hoy en día una tradición muy fuerte
ligada a éstos, no obligatoriamente con un linaje relacionado con el Trabajo.
Ahora bien, hace más o menos ocho mil años, otro ser humano, cuyo nombre, con
compasión, ha sido borrado de la historia, decidió formalizar y codificar el
conjunto de la tradición oral, y así de acuerdo con esta orden, todo el
conocimiento existente y relacionado con el tema de
Servicio-Para-el-Absoluto-a-Través-de-la-Evolución-Personal-Voluntaria, fue
forjado en el Unificado Código del Trabajo, o sea, el UCT. Por supuesto esta es
una traducción muy basta, y más o menos así estaban las cosas para cuando
aparecieron las culturas de Sumeria y Babilonia.
Antes de esta época, no había
escuelas en sí, las habilidades fueron pasadas oralmente y prácticamente, de
generación a generación, de padre a hijo. Por supuesto, alguien que fuera un
candidato para el Trabajo, tenía que ser sometido a un cierto grado de
disciplina. Pero, lo importante era que, puesto que las disciplinas mentales y
emocionales ya formaban una parte muy importante de la vida cotidiana tribal,
cualquier disciplina fuera de lo normal solía tener que ver sólo con temas
físicos, siguiendo las pautas del típico faquir de la India, por ejemplo. Y
esto ha causado el gran cambio en la presentación. La total ausencia de tales
disciplinas, tanto mentales como emocionales, del mundo moderno. Esto requiere
que sean re-introducidas artificialmente a cualquiera que aspire a ser un
candidato para el Trabajo. Así, todo lo que pertenecía a la formación de
candidatos para el Trabajo tenía que ser cada vez más formalizado, y por esto,
se crearon "escuelas".
En términos prácticos, esto
significa que en la sociedad moderna, partimos de bajo cero. El tercer estado
de la consciencia, es decir, el estado de la íntima recordación de sí mismo, de
la presencia de nuestra presencia en el presente, es el punto de partida normal
para la evolución voluntaria y el trabajo práctico sobre uno mismo. Si la
civilización estuviera a la altura de su nombre, podríamos empezar desde este
estado.
Una de las innovaciones durante
el periodo Achaemenid del Imperio Babilonio, por supuesto debido a los varios
cambios culturales y sus efectos en los seres de esa época, fue la introducción
de ejercicios mentales-psicológicos en grandes y complicadas dosis. Siendo la
idea, la introducción de una artificial sobrecarga mental, y así mantener tan
ocupado el cerebro de la cabeza, para que los procesos ordinarios de
pensamiento asociativo y lineal fueran imposibles.
Muchos de los maestros sumerios
acabaron siendo esclavizados por los babilonios, por los sirios, por los
caldeos y por las otras tribus agresivas de la zona. También acabaron en
colonias sumerias e incluso en el norte hasta incluso Gran Bretaña e Irlanda.
Estas enseñanzas también encontraron una manera de entrar en Egipto.
Más tarde, estos profundos
conocimientos, que poseían tanto los sumerios como los babilonios, formaban el
cuerpo principal del Sufismo clásico. Se suele identificar el Sufismo con el
Islam, y se cree que tiene allí sus orígenes, pero el Sufismo, en realidad,
precede al Islam en miles de años. El Sufismo es una forma del Cuarto Camino
muy elegante, que normalmente no ha sido reconocido fuera de su forma islámica,
pero para hacer esta separación ahora mismo, el Islam, como cualquier otra
organización o ente religioso organizado, sólo existe para el beneficio de la
existencia continua de la organización misma. Fue en el siglo VI, cuando fue
introducida en el Kurdistán, un sitio al que antiguamente llamaron la Provincia
de Saramoung, una de las ideas principales, la que forma la base de todo el
trabajo sobre uno mismo, el ejercicio iniciador (Trabajo Practico sobre Uno
Mismo) de todas las escuelas modernas.
Durante muchas épocas, el Trabajo
ha demostrado que no es algo ni estable ni repetitivo; ha cambiado
constantemente, y se ha mostrado en varias formas, aunque la naturaleza, los
principios fundamentales, nunca han cambiado. Tristemente, siempre habrá los
neófitos, que caen en la trampa de lo convencional, y consagrarán toda su vida
de trabajo a las formas muertas del pasado.
Gurdjieff es un maestro que ha
tenido el máximo de publicidad en occidente durante los últimos cincuenta años.
Lo que tenemos que tener en cuenta, es que antes de Gurdjieff, existían
maestros competentes, y que después de su muerte, siguen existiendo, tanto
escuelas como maestros. El reto siempre ha sido identificarlos.
En la actualidad, la mejor
materia PRÁCTICA del cuarto camino, a modo de herramienta del Trabajo es
ofrecida por el maestro E.J. Gold. En la primavera de 1983, E.J. Gold viajó a
Nueva York e inició un ciclo impresionante de conferencias tanto en reuniones
públicas como privadas. En ellas, no se limitó a reiterar temas e ideas que
lleva enunciando durante más de veinte años. Barrió la superestructura de su
teoría y reformuló los fundamentos para un curso práctico del trabajo
transformacional. Uno de los escritos iniciales de Gold, el libro "La
Máquina Biológica Humana como Aparato de Transformación", es una introducción
a un vasto cuerpo de escritos, todos relacionados con hacer que nosotros
lleguemos a un entendimiento de nuestro trabajo real en este mundo. El interés
de Gold es trabajar exclusivamente por la evolución del yo esencial, nunca en
la modificación de la "máquina biológica humana" para su mayor
comodidad o seguridad, el trabajo va "Más Allá de la Superación
Personal".
Sabemos que dentro del cuerpo
biológico humano existe, pasiva y silenciosamente, un ser más profundo que
tiene el potencial para la continuación. Desde esta idea, Gold nos lleva hacia
el campo de los místicos y guías de todas las tradiciones desarrollando el
concepto de que la continuación del ser más profundo depende de lograr su
transformación mediante el uso especial del cuerpo-máquina durante una vida
humana. Sólo esta específica transformación, conseguida a través de esfuerzos
exactos, puede brindarnos la auténtica liberación de la compulsiva atracción
por la vida orgánica. La tarea de establecerlo lógica e intelectualmente
corresponde a los escritores contemporáneos de fenomenología y psicología.
El verdadero interés del Sr. Gold
radica en otra parte; en el "cómo" más que en el "por qué".
El uso de la máquina biológica humana como un arma contra sí misma, al activar
sus funciones superiores transformativas, es una ciencia exacta, y lo que se
requiere es un manual, un juego de herramientas para llevar a cabo esta tarea.
De ninguna manera es una tarea imposible, ni la estrategia particularmente
compleja. La base de este método es muy sencilla. E.J. Gold no es gurú de
escritorio. Cada una de sus enseñanzas sobre este camino es el resultado de su
trabajo empírico consigo mismo y con sus colaboradores. Como pocos
contemporáneos, el Sr. Gold no sólo dirigió impecablemente su búsqueda interior
por muchos años, sino que también se tomó el trabajo de cartografiar el
territorio, anotar los mapas, describir la travesía y hacer una fidedigna guía
de los senderos y peligros que podemos encontrar en el camino de la
transformación interior.
Por otro lado, es un camino
formidable a seguir, precisamente por su eficacia. Sugiere incursiones estilo
comando sobre el condicionamiento hipnótico y las restricciones de la vida
ordinaria, que el cuerpo, por supuesto, resistirá con toda su astucia y
obstinada voluntad. Lo que el discípulo necesita más que justificaciones
filosóficas, son "recursos del campo de batalla" -o sea, alternativas
comprobadas en batalla para la supervivencia detrás de las líneas enemigas
En nuestra escuela (Instituto
Para el Desarrollo del Ser Humano Armónico), se lleva mucho tiempo trabajando
con el libro llamado Trabajo Práctico Sobre Uno Mismo, escrito por E.J. Gold.
Es un libro que contiene 24 ejercicios para ser llevados a cabo en la vida
cotidiana. Estos ejercicios se hacen en una cierta secuencia, edificándose uno
sobre otro para producir datos para el despertar de la máquina y para el
trabajo interior del Yo Esencial.
El Trabajo Práctico Sobre Uno
Mismo constituye un método claro, conciso y comprensible para obtener
resultados reales y duraderos, cualesquiera que sean las condiciones de vida en
que nos encontremos en este momento. Es una exposición moderna de unas ideas
que han existido fuera de la corriente principal del conocimiento durante
milenios, en vehículos tales como la transmisión oral del chamanismo y los
tratados herméticos de los alquimistas medievales. Claro está que tiene raíces
en lo esotérico y en la psicología transformacional; pero incluso lo más
esotérico, si no se funde en lo práctico, se queda en la filosofía o en la
simple creencia. El Trabajo Práctico Sobre Uno Mismo hace un puente entre lo
esotérico y lo práctico con la convicción de que la comprensión de las cosas
llega a través de la experiencia personal. Contiene una serie de veinticuatro
ejercicios prácticos que hacen que el Trabajo se constituya en una forma de
vida para nosotros, formando una base para acercarnos al estado de despertar y
a la transformación.
Gracias a http://www.elpoderdelaatencion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario