He comprendido que para amar a
otro,
antes tenía que amarme a mí
misma.
No obstante, persiste la idea de
que amarse a uno mismo
es un sentimiento egocéntrico,
infantil, destructivo...
pero la lógica nos dice que sólo
podemos ofrecer lo que poseemos
y que lo máximo que poseemos es
nuestra capacidad de dar...
Cuando me refiero al amor,
me refiero a ese amor que nada
tiene que ver con lo carnal,
me refiero a un amor espiritual,
incondicional...
sin esperar nada a cambio...
Esto no significa tener que hacer
balance
de quién hizo qué y quién hizo
más.
Habrá ocasiones en que daremos
más de lo que nos dan,
pero habrá momentos en que
necesitaremos y
recibiremos más de lo que
nosotros somos capaces de dar.
Contar los tantos implica una
competición deportiva,
no una mutua relación de apoyo.
El vardadero amor requiere dar a
la otra persona
sin pensar quién se queda la
mejor parte...
MANERAS DE AMARNOS
*Dejemos de criticarnos
Este es quizás el punto más
importante. Si nos decimos a nosotros mismos que, pase lo que pase, estamos
bien y valemos, podemos cambiar con facilidad nuestra vida. Pero si nos decimos
que estamos mal, nos resultará enormemente difícil lograrlo. Todos cambiamos,
todos. Cada día es un nuevo día y hacemos las cosas de manera algo diferente a
como lo hicimos el día anterior. Nuestra capacidad para adaptarnos y avanzar
con el proceso de la vida es nuestro poder. En cierta manera todos nos sentimos
inseguros, porque somos humanos. Aprendemos a no pretender que somos perfectos.
La necesidad de ser perfectos sólo nos crea una enorme presión, y nos impide
ver los aspectos de nuestra vida que necesitan curación. En lugar de eso
podríamos descubrir nuestras aptitudes creativas, nuestra individualidad, y
valorarnos por esas cualidades que nos distinguen de los demás. Cada uno de
nosotros tiene un papel único que desempeñar en la Tierra, papel que
oscurecemos al criticarnos.
* Dejemos de asustarnos
Muchos de nosotros nos llenamos
de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones
peores de lo que son. Cogemos un pequeño problema y lo transformamos en un
monstruo gigantesco. En una forma terrible de vivir, siempre a la espera de que
ocurra lo peor en nuestra vida. ¿Cuántos de ustedes se van a la cama por la
noche imaginándose el peor de los guiones posibles para un problema? Eso es lo
mismo que hace un niño pequeño cuando se imagina que hay monstruos debajo de la
cama y se asusta por ello. Si haces esto, no es raro entonces que no puedas
dormir. Cuando eras pequeño necesitabas que tu madre o tu padre vinieran a
tranquilizarte. Ahora que eres adulto sabes que tienes la capacidad de
tranquilizarte a ti mismo. Esto suelen hacerlo las personas enfermas. Con
frecuencia se imaginaban lo peor, si es que no están ya planeando sus
funerales. Si habitualmente repasas en tu mente situaciones o pensamientos
negativos, busca la imagen de algo con lo que verdaderamente te gustaría
reemplazarlos. Podría ser un hermoso paisaje, una puesta de sol, flores, algún
deporte, o cualquier cosa que te guste.
Utiliza esa imagen como un
"interruptor" cada vez que te des cuenta de que tienes pensamientos
de miedo. Di: "No, ya no voy a pensar en eso. Voy a pensar en puestas de
sol, en rosales, en hermosos saltos de agua", según cual sea tu imagen. Si
lo haces así, finalmente superarás la costumbre, aunque es algo que requiere
mucha práctica.
*Seamos amables, cariñosos y
pacientes con nosotros mismos.
Con mucho humor Oren Arnold
escribió: "Querido Dios, te ruego que me des paciencia. ¡Y la quiero ahora
mismo!". La paciencia es una herramienta muy potente. La mayoría sufrimos
de la expectativa de la gratificación inmediata. Queremos que todo suceda
enseguida. No tenemos paciencia para esperar nada. Nos irritamos si tenemos que
esperar en una cola o si estamos atascados en un embotellamiento. Queremos
todas las respuestas y todos los bienes ahora mismo, ya. Con muchísima
frecuencia hacemos desgraciadas a otras personas con nuestra impaciencia. La
impaciencia es una resistencia a aprender, deseamos tener las respuestas sin
aprender la lección o sin dar los pasos necesarios.
Piensa en tu mente como si fuera
un jardín. Para empezar, un jardín es un trozo de tierra. Puede que él haya
muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación, rabia y
preocupación. Hay un viejo árbol llamado miedo que necesita una buena poda o que
lo corten. Una vez hayas limpiado bien el terreno y abonado la tierra, siembra
algunas semillas de alegría y prosperidad. El sol brilla sobre tu jardín, y tú
lo riegas, lo abonas y lo cuidas amorosamente. Al principio no se ve que suceda
gran cosa. Pero tú no te detengas, continúa cuidando tu jardín. Si tienes
paciencia, las plantas crecerán y se llenarán de flores. Lo mismo sucede en tu
mente: tú seleccionas los pensamientos que vas a cuidar, y si tienes paciencia,
verás cómo crecen y contribuyen a crear el jardín de experiencias que deseas.
*Aprendamos a ser cariñosos con
nuestra mente
No nos odiemos por tener
pensamientos negativos. Podemos considerar que estos pensamientos nos
"construyen", y no que nos "derriban". No tenemos por qué
culparnos por tener experiencias negativas. Podemos aprender de ellas. Ser
cariñosos con nosotros mismos quiere decir dejar de culparnos, dejar de
sentirnos culpables, acabar con todo castigo y con todo dolor.
*Elogiémonos
Este es el paso siguiente. La
crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder, reconoce
a tu Yo. Todos somos expresiones de la Inteligencia Infinita. Cuando te
desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Empieza por cosas pequeñas.
Dite a ti mismo que eres una persona maravillosa. Si lo haces una vez y dejas
de hacerlo, no funciona. Continúa, aunque sea un minuto cada vez. Créeme, a
medida que lo vas haciendo resulta más fácil. La próxima vez que hagas algo
nuevo o diferente, o algo que comienzas a aprender y no sabes muy bien cómo
hacerlo, proporciónate aliento y apoyo.
*Amarnos significa apoyarnos
Acude a tus amigos y permíteles
que te echen una mano. En realidad, es una muestra de fortaleza pedir ayuda
cuando se la necesita. Son demasiadas las personas que han aprendido a ser
autosuficientes. No pueden pedir ayuda porque su ego de lo prohíje. En lugar de
intentar hacerlo todo solo y enfadarte porque no lo consigues, la próxima vez
pide ayuda.
*Amémonos ya, ahora mismo
No esperes a haber arreglado las
cosas para amarte. La insatisfacción contigo mismo es una pauta habitual. Si
logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte
ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que
aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No
podemos cambiar a otras personas, de modo que dejémoslas en paz. Gastamos
muchísima energía intentando hacer que los demás cambien. Si empleáramos la
mitad de esa energía en nosotros mismos, podríamos llegar a actuar de otra manera,
y entonces los demás reaccionarían también de modo diferente.
BESITOS DESDE EL ALMA