Los espíritus de la naturaleza
son en sí un orden angélico, pero están literalmente en una longitud de onda
diferente de la de nuestros acompañantes espirituales.
Algunos de los nombres que las
diferentes culturas han asignado a los espíritus de la naturaleza son: devas,
elfos, hadas, ondinas, sílfides, salamandras, faunos, duendes y gnomos. Son los
patrones imperantes que controlan todo lo viviente: lo que crece, las cosechas
y los jardines, selvas y lagos, peces, aves y animales. Encontraremos bajo su
mando y su control cada cosa que exista en la inmensidad de la creación.
El término oriental
"Deva", con el que se definen las criaturas angélicas, expresa con
gran eficacia su esencia. "Deva" deriva del sánscrito
"resplandeciente" o más precisamente "ser de luz". Su raíz
etimológica es: "dyaus", que en nuestra lengua se puede traducir como
"pequeña Divinidad".
En efecto, en la concepción
oriental, el Deva es un especie de Divinidad menor, ligada con frecuencia a las
fuerzas de la naturaleza. Usamos el término sobre todo para designar los
custodios de lugares, de los árboles, de las montañas, de las islas aunque
nuestro cuerpo humano también tiene espíritus naturales o Devas, tal como los
llamamos. Los Devas de nuestro cuerpo son los principios organizadores que
coordinan la inmensa cantidad de información que fluye constantemente por el
cuerpo físico. Son el equivalente espiritual de la miríada de células,
organismos y microorganismos que han acordado cooperar en conglomerados tales
como nuestros riñones, el hígado, los pulmones, el corazón y el páncreas.
De todos los seres angélicos, los
espíritus de la naturaleza son los más afines a nuestra realidad humana. Son un
reino que merece gran respeto, pues ha sido el más afectado por nuestras
locuras ambientales. Sin embargo, continúan sirviendo de buen grado. Abrirnos
ahora a ellos es muy importante, pues poseen mucha información vitalmente
necesaria en esta época de transformación planetaria.
Los antiguos, por supuesto,
aceptaban el reino de los espíritus de la naturaleza sin cuestionarlo, como un
hecho de visión y experiencia directos. Los órganos de percepción del mundo
suprasensible se han atrofiado en el hombre moderno, como parte del precio que
debe pagarse por la evolución de la mente científica analítica.
Los espíritus de la naturaleza
pueden ser reales como siempre han sido, aunque no perceptibles sino por
quienes puedan volver a desarrollar la facultad de verlos y experimentarlos.
Tal vez el fenómeno que nos ocupa ahora es simplemente uno de los muchos
ejemplos de lo que se abre paso desde planos superiores, hacia nuevas
posibilidades de cooperación creativa, tal como ha sido demostrado en Findhorn
-Escocia y en Perelandra - Virginia, dos lugares de maravillas hortícolas en
donde se puede ver y apreciar personalmente el enorme beneficio mutuo de una
colaboración consciente entre humanos y espíritus de la naturaleza.
Las personas sensibles que
trabajan con la tierra siempre han tenido cierta percepción de la existencia
del reino invisible. Lo sepas o no, te pones en contacto con los espíritus
naturales cada vez que atiendes tus palabras, cuando respondes al impulso de
abrazar un árbol, cuando caminas por un jardín o comes cualquier cosa cultivada.
El cuadro que los Devas presentan
es que desde su punto de vista, la situación del mundo es crítica. El mundo de
los espíritus de la naturaleza está cansado del mondo en que el hombre está
tratando a las fuerzas vitales. Los devas y los elementos están trabajando con
la ley de Dios en el crecimiento de las plantas. El hombre está constantemente
violándola. Hay una posibilidad real de que hasta puedan darle la espalda al
hombre, a quien a menudo consideran como un parásito en la Tierra. Esto podría
significar una retirada de la fuerza vital de las formas vegetales, con
resultados obviamente devastadores.
Con todo, su deseo es trabajar en
cooperación con el hombre, a quien le ha sido dada la divina tarea de cuidar de
la Tierra. Por generaciones el hombre las ha ignorado y hasta negado su
existencia.
Dondequiera que estemos podemos
invocar a nuestros Devas, quienes sin duda están instantáneamente en contacto
con aquellos que se hallan en la misma longitud de onda en cualquier otro
lugar. El contacto no traerá necesariamente un conocimiento científico, aunque
éste puede producirse a continuación.
La posibilidad de cooperar con
los Devas debería ser investigada cuidadosamente. Ha llegado la hora de hablar
de ello abiertamente.
Los Devas son los constructores
de nuestro mundo. Personificaciones de la inteligencia creativa, gobiernan o
transmutan lo que podríamos llamar energías (ondas o partículas que vibran en
patrones) en estructura cada vez más "físicas" (incluso estructuras
emocionales y mentales), y finalmente en lo que llamamos materia (que es un
patrón en el espacio)
Construyen vehículos para la
expresión de la vida en todos los niveles: mineral, vegetal, animal, humano y
suprahumano. Obviamente como constructores de vida habitan nuestro planeta
desde hace mucho tiempo. En realidad, formaron la vida planetaria, así que son
los Señores de la Involución y la Evolución, moldeando vehículos cada vez
mejores, más precisos, más sensibles, para la expresión de la conciencia.
En su condición de constructores,
los Ángeles eran parte de la historia de la Tierra antes que, lo que llegó más
tarde, la humanidad. En cierto sentido son nuestros padres que - en la
infinitos e intrincados recursos y procesos de la naturaleza - en los infinitos
e intrincados recursos y procesos de la naturaleza - produjeron además cuerpos
para nosotros. Están inmutablemente ligados a la Tierra, si bien están más allá
de ella en sus roles cósmicos. Ellos también están aprendido y transformándose,
y dicen que el destino dévico y el humano confluyen.
Los Devas son inmensamente
poderosos. Como reguladores de los sistemas naturales, como agentes de los
patrones de la creación, uno podría casi decir que son todopoderosos.
En cuanto a los sentimientos los
Devas son una fuente constante de alegría y exaltación. El "Diccionario de
Todas las Escrituras y Mitos" de G.A. Gaskell, define a los Devas como
"los que brillan", como "Exaltadas Inteligencias de Verdad,
Sabiduría y Amor en los planos superiores". Operan desde los planos
búdicos (principio de la sabiduría) y superiores en la promoción del proceso
evolutivo. Están comprometidos con las energías más elevadas y atraídos por
aspiraciones desde abajo…" Estas emociones y cualidades superiores se
hacen inmediatamente evidentes cuando entran en contacto con cualquier nivel
del mundo angélico, y estar en presencia de tal alegría, amor, pureza, levedad
o paz (los frutos del espíritu, en la definición de San Pablo), es sentirse
completamente vivificado y nuevo, y profundamente cómodo.
Esas cualidades, esas expansiones
emocionales se entretejen con todos los aspectos del mundo angélico, haciendo
que su trabajo sea un juego, un éxtasis danzante, un arte consumado, un puro
deleite, una paz que va más allá de la comprensión.
* * * * *
AFINAR LA CONEXIÓN
Te has abierto a tu Ángel, has
oído su bondadosa voz o sentido su presencia luminosa y amante. Has comenzado a
disfrutar de su compañía celestial. Ahora estás lista para avanzar,
desarrollando la capacidad de refinar y mantener un aclara línea de
comunicación cuando y donde lo desees.
A veces la comunicación se rompe.
¿Por qué ocurre esto y qué se puede hacer para remediarlo? ¿Y en cuanto a los
mensajes que no son ciertos? ¿Cuál es la mejor manera de pedir orientación a tu
Ángel para los asuntos personales?
Encontrarás respuestas para esas
preguntas y, para ayudar a resolver los pequeños problemas, utilizaremos
técnicas más avanzadas para la Cimentación, Liberación y Alineación.
Abrirnos a los Ángeles nos abre a
otros mundos, a otras dimensiones de sensitividad. Te gustará explorar los
reinos de arquetipos que moran en el inconsciente colectivo. Un arquetipo
representa una cualidad o una serie de rasgos en especial; la diosa Venus, por
ejemplo, representa la belleza femenina: la Virgen, el amor maternal. Los
animales también cumples funciones arquetípicas: el león es valiente; el zorro,
astuto y así sucesivamente.
Con el ejercicio de cimentación
avanzada, puedes entablar amistad con el reino animal, el vegetal y el mineral,
así como conectarte con los Ángeles, Arcángeles y el reino arquetípico.
Descubrirás que los chackras son lazos entre tu cuerpo sutil, el físico y otros
mundos no vistos.
Hablar con los Ángeles es como
hablar por teléfono con un amigo: de vez en cuando la comunicación puede
cortarse. Aún después de haber establecido un fuerte contacto puedes descubrir,
de vez en cuando, que el mensaje se interrumpe. Las transmisiones que se
detienen en el medio de un frase o cambian notablemente el lenguaje o de tono
se deben a la conciencia del yo. El entusiasmo o la exuberancia pueden poder al
YO en primer plano.
¿Alguna vez has notado
súbitamente que estabas fuera de tu cuerpo? En cuanto eso ocurre, ¡BUM! Vuelves
adentro como un disparo de cañón. A veces hablar con los Ángeles produce un
efecto similar. Cuando uno comienza es bastante natural reaccionar con un
asombrado: "¡Eh, mira esto!", pero eso puede disipar el estado de
apertura y receptividad que tanto te costó crear.
Si la conversación se empantana,
bastará con que pidas a tu Ángel que regrese.
Cuando pides consejo a tu Ángel
sobre algo muy importante para ti, tu apego a un resultado o punto de vista en
particular puede corromper o distorsionar la información que recibas. Por eso
es muy importante despejar a conciencia la mente y las emociones de cualquier
aporte a la respuesta antes de recibirla.
Con respecto a la autenticidad
del material recibido, las distorsiones se originan en el deseo y el miedo, que
impiden que la voz intuitiva o más elevada surja veraza y con claridad. El
deseo y el miedo crean un estado de capricho.
Libérate de toda consideración
antes de pedir una guía. Ten en la mente y en el corazón tu deseo de saber sólo
la verdad. Pide que se te diga la verdad, que lo ilumine todo. Si hay alguna
duda sobre la veracidad de la información, pregunta. Pregunta y vuelve a
preguntar. Lo que se pregunta con sencillez y seriedad siempre recibe
respuesta.
El miedo es el complemento del
deseo. Es lo que no quieres que suceda. Perturba la recepción angélica tanto
como el deseo, con apegos y caprichos. En la vinculación con los Ángeles, una
palabra que se usa muco es "rendición". Rendirse significa renunciar
a los miedos y confiar que se impondrá el bien más elevado. Significa no ser
caprichoso, sino voluntarioso.
Antes de formular a tu Ángel una
pregunta que te parezca importante, atiende a cualquier miedo que puedas tener
formulándote estas preguntas:
Si ocurriera (lo que temes) ¿qué
sentiría?
¿Qué haría?
¿Y luego?
¿Estoy dispuesta a liberarme de
este miedo?
¿Estoy dispuesta a conocer la
verdad?
Si la respuesta es sí, utiliza la
técnica de Liberación Avanzada que te doy en hojas apartes. Se basa en los
elementos de tierra, agua y fuego.
Puedes descubrir que te
relacionas mejor con uno de ellos que con los otros. Te recomiendo realizar una
vez cada uno de ellos, para ver cuál es el más adecuado.
* * * * *
¿ES UN ÁNGEL?
Se pueden presentar algunas
preguntas como: ¿Cómo saber cuándo es tu Ángel quien habla y cuándo tu mente?
¿Cómo saber si es un Ángel o un guía?
Utilicemos la analogía del
televisor, imaginando por un momento que tú eres el aparato. Hay muchos canales
o emisoras que trasmiten. (En este caso, al hablar de canales nos referimos a
una voz, no a la persona que lo recibe). Mientras no te abras a los Ángeles el
único canal que puedes recibir en tu televisor proviene de tu mente, de tu yo.
No es difícil detectar la diferencia entre tu mente y tu Ángel. Tu mente está
llena de críticas y palabras tales como "deberías". Te dice qué
hacer, cómo, y cuándo hacerlo. Y nunca deja de indicarte lo que has hecho mal.
La voz de tu Ángel es serena y
compasiva. A veces, irónica, ¡A veces habla en rimas!. Nunca censura ni te dice
que te has equivocado; tampoco te indica qué hacer, aparte de indicarte mirar
hacia adentro o ser más amante contigo misma. Siempre señala el punto de vista
positivo y ofrece consejos constructivos. ¡Qué diferente suena del antiguo
programa negativo que proviene de nuestra mente! Es un espectáculo
completamente nuevo.
En realidad, una de las maneras
de identificar la voz angélica es la sensación que te produce.
Las sensaciones de amor, de mayor
auto aceptación, de paz interior, de ser profundamente queridos y reconocidos,
son señales de comunicación angelical. También puedes tener una reacción
física, aunque no con tus emociones, porque las estás bloqueando. El estado del
corazón abierto es un requisito previo para hablar con los Ángeles.
Otras manifestaciones físicas que
pueden acompañar la comunicación angélica son: escalofríos, carne de gallina,
cosquilleos en el dorso del cuello; una claridad de visión fuera de lo
habitual; lágrimas, que fluyen cuando se abre súbitamente el corazón emocional,
y un olor dulce o fragrante que no tiene explicación. Tal vez percibas algo que
huele a flores.. cuando no hay flores alrededor. Todo esto indica las
visitaciones angelicales.
Una vez que estableces el
contacto inicial con tu ángel, hay dos maneras de conversar con ellos. La
primera es hacer una pregunta de carácter general y abrirse para recibir la
respuesta, como por ejemplo: ¿Cuál es mi finalidad en esta vida? ¿Cuáles son mis
dones? ¿Cómo debo llamarte? ¿Cuál es tu nombre?, etc., etc.,
Cada Ángel se comunica a su modo.
Tal vez el tuyo quiera hablar contigo en cuanto te levantes. El estado
soñoliento y relajado en que te encuentras un momento antes de dormir y al
despertar, por la mañana, es sumamente apto para hablar con los Ángeles. Por
este motivo, algunas personas tienen siempre la libreta de anotaciones y la
birome cerca de la cama.
Quizás tu Ángel prefiera
comunicarse sólo en viernes o en otro día determinado. Y si dice que se llama
Juan, no te sorprendas. No todos los Ángeles tienen nombres caprichosos. Si le
preguntas su nombre y o recibes respuesta, no te preocupes. En realidad no
tiene nombres personales; los que recibimos al preguntar corresponden a una
vibración a la que nosotros damos un nombre.
Si tu Ángel dice llamarse Gabriel
o Rafael, ¿estás hablando con una arcángel? probablemente no, pero el Ángel
pertenece al clan de Gabriel o de Rafael. Cuando tropieces con un Arcángel te
darás cuenta, sin duda.
La segunda manera de conversar
con tu Ángel es interactuando utilizando el formato del diálogo. Una vez que
empieces a desprenderte de viejas barreras mentales y emocionales, comenzarás a
revelar tus verdaderas fuerzas, tus dones y tu bondad. Nuestros Ángeles viene a
nuestra vida para ayudarnos en eso. Cuanto más dialoguemos con ellos, más
información compartirán
* * * * *
EL ÁNGEL DEL CORAJE
El verdadero coraje no consiste
en vivir alocadas aventuras en continentes inexplorados, sino en vivir la única
y gran aventura para la cual hemos nacido.
La gran aventura es responder sí
a la vida atreviéndonos a abrir nuestros brazos y nuestros corazones a lo
desconocido, sea cual sea la forma que vaya a tomar, ayudándonos el Ángel del
Coraje y el de la Confianza.
Tener coraje es ser consecuentes
con nosotros mismos, a pesar de lo que puedan decir los ignorantes que nos
rodean y no nos dejan ser nosotros mismos.
Si queremos crecer por dentro (Y
ese es el objetivo de la vida encarnada) debemos estar abiertos a lo inesperado
y ser valientes ante lo desconocido. Arriesgarnos puede darnos miedo, pero sin
riesgo es imposible liberarnos de las cadenas de nuestro ego.
Te propongo que:
Te sientas en un lugar tranquilo
y en el que estés segura de que nadie te va a molestar. Descuelga el teléfono.
Lentamente, cierra los ojos y
deja que la quietud que experimentas se apodere de ti.
Visualiza esa quietud como la
Vida que hay dentro y fuera de ti y entrégate a ella, sin miedo, con coraje.
Visualiza como esta misma vida va
creciendo y te va llenando de fuerza y valor.
Es el Ángel del Coraje que estaba
prisionero en tu interior. Libéralo, invítalo a entrar en tu vida.
Dale las gracias por hacerlo.
* * * * *
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 17
Audición Expandida
Para oír la voz de tu Ángel
también debes poder escuchar. El ejercicio siguiente está ideado para extender
tu capacidad de escuchar y acentuar tu facultad de clariaudiencia, que está
sobornada por el chackra de la garganta, el centro energético de comunicaciones
de tu cuerpo. Esta habilidad no tiene nada de misteriosa: es simple extensión
natural del alcance de frecuencia de nuestros sentidos.
Antes de hacer cualquier
ejercicio recuerda que tienes que estar bien relajada y cimentada; observa si
hay algo que necesites liberar antes de comenzar. En ese caso, dedica algún
tiempo para efectuar la liberación.
Es mejor hacer este ejercicio
sentada. Necesitarás una grabación de tu música favorita, tu cuaderno y algo
para anotar.
Pon la música y sube el volumen
hasta que el sonido rebote en el cuarto y te rodee. Permítete sentir la música
en el cuerpo y disfruta de las sensaciones agradables o felices que te brinde.
Mientras disfrutas de la música,
imagina que tu Ángel baila al compás de la melodía, cualquiera que sea la forma
en que lo veas. Mantén la imagen de tu Ángel bailando hasta que acabe la
música.
Apaga el sistema de sonido y
elimina cualquier otro ruido mecánico que haya en el cuarto, tal como relojes,
ventiladores o acondicionadores. Luego prosigue con el ejercicio:
1) Siéntate, cierra los ojos y
escucha el silencio. ¿Qué oyes? Escucha los sonidos que provienen de fuera: de
la calle o de los vecinos. Sintoniza el más lejano. Sintoniza los más próximos
a ti. Siéntelos en tu cuerpo.
2) Mantén los ojos cerrados.
Después de escuchar los sonidos exteriores, ve hacia adentro. Escucha los
silencios entre un sonido y otro, entre las notas, entre tus oídos. En ese
espacio, entre tus oídos y tu garganta, está el sentido de tu Ángel, la voz de
tu guardián y compañero.
3) Permanece quieto y sigue
escuchando, siempre con los ojos cerrados. imagina que tu Ángel está sentado, o
de pie, a tu lado. Tal vez no percibas palabras, pero si lo haces toma tu
cuaderno y anótalas. Si no, quizás veas colores o líneas enredadas. Deja que
las imágenes se traduzcan a sonidos en el oído de tu mente.
4) Cuando sientas que los sonidos
y el silencio se han convertido en parte de ti, abre suavemente los ojos.
Es posible que durante este
ejercicio, tu Ángel te busque. Lo sabrás por el mensaje que recibas, mediante
sensaciones, imágenes y hasta palabras. Pero aunque no recibas ningún mensaje,
el ejercicio te pondrá en un nuevo sitio de atención receptiva. Durante la
mayor parte del tiempo estamos ocupados charlando o pensando en lo que vamos a
decir, que no nos permitimos los placeres del silencio, de escuchar los
diferentes tipos de sonidos que viven en ese silencio. Es en el silencio donde
nos hablan los Ángeles.
* * * * *
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