La función de este Ángel es la de
ser nuestro navegante. El Ángel del Triunfo y de la Victoria toma nota de las
metas y objetivos que hemos recibido como una visión proveniente de nuestra
fuente y nos guía por el camino en el que habremos de encontrar menos
resistencia para alcanzarlos, evitando los problemas antes de que aparezcan.
Si bloqueamos sus esfuerzos a
través del miedo al fracaso, del sentimiento de la inutilidad de alcanzar
nuestras metas, o de la sensación de que es muy poco lo que lograremos en
nuestra vida, ese embotellamiento de la energía dará como resultado una
personalidad con muy poca ternura o compasión, una personalidad que parece ser
indiferente y que no se preocupa por los demás. En los estadios más avanzados
del bloqueo se convierte en la energía que mueve al matón, al tirano.
En astrología, este arquetipo
participa de la energía de Cáncer, la cual representa mucho más, aparte de los
varios atributos que generalmente se encuentran asociados con este signo
zodiacal, como pueden ser la sensibilidad emocional, la melancolía y los
cambios de humor, y la intolerancia. Los Ángeles sólo toman los aspectos
superiores de las energías planetarias y el Ángel del Triunfo y de la Victoria
toma la persistencia, la audacia, la constancia, la capacidad de solucionar
problemas, la poderosa imaginación y la comprensión del mundo de las Causas.
Al irradiar la energía de Cáncer,
este Ángel también busca llenar tu conciencia de Luz, iluminándote para que
puedas seguir fácilmente l avía que has elegido y para que tu camino no se vea
sumido en las tinieblas. La palabra clave de esta energía es tenacidad, para
ayudarte a avanzar hacia tus metas con determinación y resolución.
¿Podría ser éste el día en que
asumirías tu verdadera identidad como ese Único Exaltado, el guerrero coronado
y victorioso que marcha triunfalmente hacia el cumplimiento de su misión en la
Tierra? ¡Sí! Y la belleza de todo esto radica en que puedes ser, simplemente,
un testigo de las grandes realizaciones que se han de alcanzar en tu nombre.
Examinemos más detenidamente la forma en que trabaja este Ángel, como una
extensión de tu gran YO SOY, como el Rey Triunfante, su apoyo para alcanzar la
victoria.
"No tendréis que pelear en
esta batalla. Apostaos y quedaos quietos, y veréis la salvación del Señor que
vendrá sobre vosotros". Estas instrucciones, extraídas del Libro Segundo
de las Crónicas (20:17), constituyen uno de los mensajes codificados que, una
vez descifrados, pueden cambiar tu mundo interior y exterior. Allí se describe
dramáticamente lo que sucede cuando tomas la energía de este Ángel: tu,
literalmente, ves la victoria antes que esta se produzca en el campo de batalla
de la vida.
Piensa por un momento en el
último ataque, lleno de tensiones y carente de armonía, que tuviste en tu mente
y en tu corazón. Quizás se haya relacionado con la ruptura de una relación, con
una intimación para cumplir con una obligación financiera en un momento que no
dispones de suficiente dinero, o con algo tan simple como tener mucho que hacer
y no tener suficiente tiempo como para hacerlo, problemas, desafíos, anhelos y
carencias.
Mientras todas esas cosas no
lleguen a existir en la cuarta dimensión, sólo existirán, por cierto, en el
plano físico y material de la vida, y pretender que sea de otra manera es
ignorar la solución. Cada problema es una forma de pensamiento, un patrón de
energía palpitante, una bolsa de materia mental vitalizada que continuará
existiendo hasta que sea destruida y disipada, lo cual resulta mucho más fácil
de hacer una vez que se ha reconocido su presencia.
Ahora, tómate un momento y
escribe tres situaciones de tu vida a los que ahora consideras desafíos. Deja
de lado cualquier tipo de orgullo espiritual, sé honesta contigo misma y
reconoce que esas situaciones existen y que tu vida puede ser mucho más feliz
sin ellas. Si vacilas al hacerlo, pensando que "esto también pasará"
o que "lo manejaré a mi manera", esa es tu prerrogativa. Pero, ¿por
qué no sacar hoy ese obstáculo del camino y por qué no dejar de esperar para
sacarlo en el futuro? Si dices "está por llegarme la abundancia", lo
que estás diciendo realmente es que necesitas dinero. Pensar que "esta
relación se está curando" significa que aún está llena de confusión.
Sentir que "estoy recobrando la salud, quiere decir que aún estás enferma.
Ahora es el momento de alcanzar la salvación, y debemos vivir en al ahora
debido a que es el único lugar en donde los problemas y sus soluciones existen
de manera simultánea.
Después de que hayas hecho una
lista de las principales situaciones problemáticas con las que te enfrentas
actualmente, piensa por un momento en las "montañas" positivas que
deseas escalar. Me estoy refiriendo a aquellas verdaderas ambiciones y a
aquellas metas de tu vida que reflejan la voluntad, la visión y la actividad de
tu conciencia divina, aunque parezcan ser sueños imposibles, debido a las
batallas que has de enfrentar, en el tiempo, la educación, el dinero, los
contactos, y así sucesivamente.
Ahora volvamos a la instrucción
original: "No tendréis que pelear en esta batalla. Apostaos y quedaos
quietos, y veréis la salvación del Señor que vendrá sobre vosotros".
Examina la lista de desafíos y de sueños que acabas de escribir. Para solucionarlos
y cumplirlos, puede haber una refriega en el plano tridimensional, pero tú no
necesitas pelear esa batalla. ¡No es tu pelea! Entonces, ¿para qué pelear? Sólo
tienes que apostarte, que ocupar tu posición. En este contexto posición
significa "asumir una actitud en tu conciencia". Se trata de una
disposición mental, un punto de vista, una forma de actuar basada en que ya
está hecho, todo ha terminado, es decir, que el problema ya ha sido
solucionado, que la meta ya ha sido alcanzada en el plano interior. Recuerda,
"antes de que me llamen, yo responderé". Para el momento en que tu
reorganices tu problema o expreses tu verdadera ambición y la forma de alcanzar
el éxito ya habrán sido establecidas en los patrones situados en un nivel más
profundo que consciente de tu mente.
¿Cómo hacer que estos patrones
puedan manifestarse? Primero, debes ser consciente de que la divina conciencia,
el Pensador-Conocedor-Hacedor que mora en tu interior, está, constante y
conscientemente, siendo todo lo que ya es o incluso habrá de ser - toda la
totalidad, toda la abundancia, todo el éxito, todas las relaciones, todo el
poder, toda la sabiduría, todo el todo.
Después de que hayas examinado
todo lo que está sucediendo en tu mundo, y que se parezca a un problema, vuelve
tu atención sobre el atributo específico de tu YO SOY, que representa la
solución de ese problema. Contempla intensamente la Totalidad de YO SOY, la
Abundancia que YO SOY, el Éxito que YO SOY. Tu "concentra la tensión"
en lo que, conscientemente, elige ser "consciente de estar siendo".
"Elijo, conscientemente, ser consciente de que soy completo y perfecto.
Elijo, conscientemente, ser consciente de que soy una manifestación individual
de la infinita abundancia".
Desde el punto de vista de las
metas de tu vida, podrías decir que: "Elijo, conscientemente, ser
consciente de que el camino y los medios para satisfacer mis divinas
aspiraciones ya han sido grabados en mi conciencia, y de que todo lo que tengo
que hacer me será revelado cuando comience a desenvolverse la cadena de la
satisfacción y el cumplimiento".
Trabajando desde este punto de
tensión - sin estrés pero con una fuerte presión o concentración, y manteniendo
la mente fija en la cualidad inherente de tu ser y en la confianza en que
lograrás cumplir tus objetivos - pronto comenzarás a sentir la energía que se
irradia de tu concentración. Esa energía es el poder del Ángel del Triunfo y de
la Victoria que se irradia desde el Sol ubicado en el Centro de tu Ser, y que
aparece como la Energía de los Logros.
Y ahora ya estás
"conscientemente consciente" de estar siendo lo que deseas ser.
"YO SOY lo que deseo ser". En el proceso de la manifestación, este es
el paso del tener, en donde la mente y la naturaleza sensible dejan de
experimentar la sensación de "necesitar" para comenzar a vivir con la
sensación de "tener".
La siguiente instrucción
codificada es la que nos dice quedaos quietos. En las antiguas escuelas de
sabiduría, "quedarse quieto" significaba entrar en un estado de
serenidad y confianza por miedo de entregarse completamente a la Presencia que
mora en nuestro, y de tener fe en la actividad del Espíritu. Para comprender
mejor lo que esto significa, imagina que eres un instrumento musical, un
clarinete, por ejemplo. Contempla el instrumento como si estuvieras viendo un
dibujo animado para niños, como lo que veías los sábados a la mañana, es decir,
como albo vivo y animado. Posee una voluntad libre, lo que significa que piensa
y que puede actuar - o sea tocar - por sí mismo, de modo que su función en el
mundo es la de apretar sus propias llaves, y hacer sonar las notas de su propia
escala. Y, mientras tanto, el Maestro de Música está esperando para tocar la
más armoniosa melodía que el mundo jamás haya escuchado.
A medida que pasa el tiempo, el
pequeño clarinete descubre la metafísica y comienza a decir al Maestro de
Música que está en su interior, cuáles son las notas que debe tocar: "Oh,
Poderoso Espíritu, toca la nota adecuada para que pueda obtener un automóvil
nuevo, para que tenga dinero en el banco y para que pueda conseguir un nuevo
trabajo". Al principio, esta nueva forma de tocar puede dar resultados,
pero esos resultados no son duraderos. Luego, el pequeño clarinete busca la
forma de que su demostración sea "más espiritual", y comienza a aprender
de las instrucciones que provienen del Maestro que mora en su interior, y le
solicita que le diga cuáles son las notas que debe tocar: "Señor,
concédeme la nota para alcanzar la salud y la felicidad y te aseguro que la
tocaré en tu nombre".
Y, una vez más, algunos frutos
madurarán y caerán del árbol, pero su gusto no será totalmente satisfactorio.
Por último, la conciencia del clarinete evolucionará hasta el punto en que
declarará: "Me entrego al gran YO SOY QUE SOY. ¡Maestro, toca tus notas a
través de mí!"
¿Cómo hace el instrumento la
transición desde su intento de tocar por sí mismo hasta el punto en que,
finalmente, es utilizado por el Maestro de Música? Por medio de la meditación
contemplativa centrada en la Verdad del Ser. Dejamos de lado nuestra sensación
de necesidad porque las necesidades están basadas en nuestras experiencias del
pasado, y porque el Dios-Yo trabaja en el ahora. No intentamos decir al YO
cuáles son las notas que deben tocar para alcanzar nuestra plenitud, debido a
que Él ya las conoce. Y no pedimos a la Presencia que nos diga cuáles son las
notas que debemos tocar porque, simplemente, no somos buenos Maestros de
Música.
Dejamos que la Presencia del Yo
ingrese a nuestra conciencia y que toque las notas desde su propio nivel, y la
música es tan diferente de la nuestra que quedamos completamente atemorizados.
Y, a través de la nueva canción ejecutada por el Maestro, muy bien podemos
llegar a encontrando experimentando cambios asombrosos y positivos en nuestra
propia vida tridimensional, una mudanza, una nueva profesión, un modo de vida
completamente nuevo, debido a que el Maestro tocará su propio tono de
cumplimiento superior y porque lo tocará en nosotros, a través de nosotros y
siendo nosotros.
A través de este "estarnos
quietos" se alcanzará la "victoria del Señor", tal y como la
divina Presencia, a través de sus poderosos Ángeles, triunfa sobre toda
condición menos-que-divina de nuestro mundo. El YO SOY la Abundancia carga para
"presentar batalla" a las carencias y a las limitaciones; el YO SOY
la Totalidad avanza por todo nuestro cuerpo para eliminar las imperfecciones.
El YO SOY el Éxito nos precede para disipar todos los obstáculos. Todo esto
ocurre porque ahora "ves la victoria". ¿Puedes captar, con tu divina
facultad de imaginar, la imagen completa de la plenitud? Si no puedes hacerlo,
eleva tu visión. Está hecho. Todo ha terminado. ¡Velo! La ley del Triunfo y de
la Victoria trabaja, por medio de las correctas actitudes de la conciencia, de
la entrega de nuestra naturaleza inferior, y de una visión de satisfacción y de
plenitud. Es una ley que nunca falla.
El Ángel del Triunfo y de la
Victoria es el ejemplo perfecto del principio de la Victoria que radica en la
mente de Dios. La Victoria, como una ley universal, constituye la realidad sin oposición,
lo cual significa que la derrota, el fracaso y la pérdida son simples ilusiones
que no tienen sustancia ni poder que las apoye. Este patrón original del
triunfo y de la supremacía fue entregado a todas las almas como un Poder
Causal, un aspecto de Dios, para que nos conduzca a través de las dificultades
de la vida.
Recuerda que Dios ha dado
"orden sobre ti a sus Ángeles de guardarte en todos tus caminos"
(Salmos 91:11). Como ocurre con los otros Ángeles, si su energía no se ve
bloqueada por las proyecciones del ego, este agente de la Ley Cósmica trabaja
naturalmente para cumplir con sus propósitos. Cuando colaboramos
conscientemente con él, emergeremos a salvo por encima de las aguas
turbulentas.
Ahora, piensa en los momentos en
tu vida en que sentiste que una sensación de tenacidad surgía y se afirmaba
dentro tuyo, cuando perseveraste, aún cuando todas las posibilidades estaban en
tu contra, y emergiste victoriosa, como conquistadora de las condiciones
limitadas y de las situaciones restrictivas. Tanto si lo sabías como si no te
dabas cuenta de ello, la poderosa energía de este Ángel estaba, obviamente,
trabajando en y a través de tu conciencia para fortalecer tu determinación y
para derramar la luz en tu camino, y ahora puedes ver que esto, de acuerdo con
el proceso natural, es una parte de nuestra naturaleza esencial.
Recuerda que el Ángel del Triunfo
y de la Victoria es la Energía del Logro, el Poder de Ser, la Luz que brilla a
través de todos los obstáculos, y la fuerza del guerrero victorioso. Déjalo
entrar en batalla por vos. Tu rol, en este esquema de cosas es el de saber que
ya has ganado, el de confiar en el divino proceso, y el de verte a ti mismo
cruzando la línea de llegada con los brazos en alto. Tu Ángel te ayudará a
hacerlo, con gracia y con facilidad, de modo que tómate un momento para meditar
y luego ingresa en su campo de fuerza y ponte en contacto con Él. Está
esperando para comenzar a trabajar en tu nombre.
Finalidad: Es la energía
"del logro" y el arquetipo del conquistador; nos ayuda a alcanzar
nuestros objetivos con gran determinación; estimula la tenacidad y la capacidad
de resolución.
Rasgos negativos que pueden
presentarse a partir de las proyecciones del ego: falta de compasión y de
ternura, personalidad indiferente; poca preocupación por los demás; la energía
del matón.
Su energía resulta bloqueada
debido a: el miedo al fracaso; la sensación de que es inútil alcanzar nuestros
objetivos; la sensación de que es "poco lo que se puede lograr en esta
vida".
* * * * *
LA NATURALEZA DEL MAL
Dejando de lado la parte
espiritual, Satán, como personificación y encarnación del mal puro, carece de
existencia por sí en la filosofía oculta. EL MAL NO ES SINO LA AUSENCIA DEL
BIEN. Sólo existe para quien se convierte en su víctima. El Demonio es la
propia sombra que el hombre ve al volver su espalda a la luz. La Naturaleza no
es buena ni mala, y la manifestación sólo sigue una ley inmutable e impersonal.
La existencia y la experiencia humana
de la dualidad del espíritu y la materia, de la luz y la oscuridad, del
movimiento y la inercia, de la expansión y la contracción, hace que el hombre
piense en esto como bien y mal respectivamente. Si la resistencia proporciona
un punto de apoyo, entones se la considera buena. Si lo frustra - como ocurre
con la demasiado familiar "malicia objetiva" - o daña al hombre,
entonces es mala a los ojos de éste.
La analogía del reflector ilustra
esto en parte. La oscuridad está fuera del rayo luminoso y como si, por así
decirlo, presiona sobre Él desde todos lado. La luz y la oscuridad se perciben
como un par de opuestos. Los efectos generadores de luz del rayo lumínico cesan
en el límite de su alcance. Allí empieza la oscuridad. Después reina la
oscuridad. En el instante en que se corta la corriente, la oscuridad reina por
doquier. Si la luz es buena, entonces el hombre puede clasificar al reflector
como bueno y a la oscuridad como mala.
¿Pero qué es, de hecho, esa
oscuridad que el hombre llama mala? Se trata de materia no sujeta a la luz. La
oscuridad es materia sin iluminar. El hombre a esto lo llama mal, y para él el
Demonio personifica este estado.
Aparte de los valores y
experiencias humanos, el mal como creación real no existe. El origen del mal
está en la mente humana. Todas las cosas parecen buenas o malas según su
experiencia y uso respecto de los hombres. Shakespeare repitió esta doctrina
con sus palabras: "Nada es bueno ni malo; es el pensamiento el que así lo
hace".
Puesto que el mal es una cualidad
negativa, al ser mera falta de bien en el hombre, y Satán es una corporación de
ese mal, no puede considerársele como principio positivo existente. Más bien
representa la ausencia del bien, los espacios vacíos en la red omnipresente del
Universo, los insterticios, tal vez, de la urdimbre sobre la que el Gran
Hilador teje perpetuamente, o manifiesta externamente las Ideas Divinas. Existe
un concepto de Satán como Ángel caído, como espíritu otrora puro que tienta
continuamente al hombre para que peque.
La existencia del Demonio y del
mal está asociada íntimamente con el atributo del libre albedrío del hombre.
Dentro de la estructura de la ley cósmica, y aparte del irresistible impulso
evolutivo, el hombre posee la libertad para pensar, planificar, hablar y actuar
y actuar de acuerdo con la finalidad de la Naturaleza o contra ella. Cuando
consciente o inconscientemente el hombre opera contra ella, se convierte en
antagonista de la finalidad cósmica. En consecuencia, genera para sí
experiencias y condiciones adversas o "malas". Si continúa, tiende a
desligarse de las corrientes de la Fuerza Vital universal, aislándose más bien
en un ser de la muerte que da la vida.
Algunos hombres prosiguieron
ejercitando así su libertad de acción. Se los llama magos negros, poderes
oscuros, seguidores del sendero de la izquierda, señores del rostro oscuro,
temibles hermanos de las tinieblas. Su destino no consiste en aniquilarse sino
en hundirse en el estado conocido como Avichi,"lo ininterrumpido", el
polo opuesto al Nirvana al que llegan los Adeptos del Sendero de la derecha. En
última instancia, en un posterior ciclo de la manifestación, quienes se
convierten en corporizaciones altamente desarrolladas de la autoseparatividad
se reembarca en el viaje involutivo y evolutivo. El mismo Satán, si se lo
considera como ser existente, parecería haber ejercitado esta libertad, pues en
alguna ocasión debió haber escogido un sendero de motivación y acción
individualistas y autoseperativas.
En otro aspecto, el monstruo
fabuloso del Satán de la teología popular puede ser considerado como excusa, un
chivo emisario, alguien a quien imputar los errores en los que cae la humanidad
al atravesar las fases puramente emocionales y mentales (en especial) de su
evolución.
* * * * *
REZAR
La oración nos proporciona la
oportunidad de comunicarnos con un poder superior, sea representado por la
figura de Dios, los Ángeles, Buda, un santo, un Bodhisattva o simplemente por
el Universo. Se puede rezar sólo o acompañado. La plegaria puede ser cantada o
escrita. En el momento de la bendición y de dar las gracias vivirás la oración
como una experiencia inolvidable. A veces rezamos sin darnos cuenta siquiera,
por ejemplo, si nos caemos y pedimos auxilio.
Se habla de tres tipos de
plegaria. La primera es la de la confesión a través de la cual nos
reconciliamos con nuestro enemigo interior. El segundo tipo sirve para
relacionarnos con los demás; esto ocurre cuando solicitamos gracias para otras
personas y para acontecimientos que deseamos que tengan lugar. En la tercera
forma de plegaria se encuentra en el "sí" a la vida y nuestra entrega
a Dios; así es como expresamos al Universo nuestra gratitud y confianza.
La oración es algo personal,
todos nosotros tenemos nuestras propias formas de rezar, pero básicamente se
trata de expresarse oralmente ante Dios. Nuestras oraciones dirigidas a Dios
pueden ser concretas, es decir: manifestando exactamente lo que deseamos, o
podemos pedir que Dios nos bendiga desde su abundancia y nos dé confianza en
que todo salga bien. La oración nos puede equilibrar y conducir por el buen
camino.
Nos comunicamos con los Ángeles
por medio de la oración y, a través de la meditación, recibimos sus respuestas.
Rezar es solicitar la intercesión divina para nosotros y para los demás.
Cuando reces a los Ángeles, hazlo
como si "ya estuviera todo hecho", en otras palabras, agradéceles por
adelantado el que se hayan ocupado de tus problemas. Ruégales que actúen de la
misma forma en la tierra que en el cielo, para el bien supremo de toda la
humanidad.
Cuando eleves tus plegarias a los
Ángeles, recuerda que éstos están al servicio de un Ser Supremo (Dios o la
denominación que utilices al referirte a la fuerza espiritual más importante de
tu vida). En consecuencia, da las gracias a Dios y a los Ángeles en tus
plegarias y solicita la paz bendita.
* * * * *
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 26
Vocalización.
Puedes utilizar este ejercicio a
fin de estimular garganta y oídos, para alinearte con tu Ángel. Esto te preparará
para conversar con Él. También puedes emplear una canción, un himno o un
cántico, siempre que lo entones con el corazón. La idea es abrirte vocalmente,
aflojar tus cuerdas vocales y liberarte.
Practicar en voz alta el sonido
de las vocales es una manera simple y efectiva de hacerlo; para eso no
necesitas nada más que un asiento cómodo y leer unas cuantas veces el
ejercicio.
1) Comienza con el sonido de la
vocal "A". emite el sonido primero con los ojos abiertos; luego, con
los ojos cerrados. Observa si hay alguna tensión en tu cara, tu mandíbula o tu
garganta. Si es así, mueve la mandíbula varias veces, de lado a lado. Luego repite
otra vez el sonido "A", en voz más alta, con los ojos abiertos y con
los ojos cerrados.
2) Emite el sonido "E",
primero con los ojos abiertos, luego cerrados. Observa nuevamente si existen
tensiones o si el tener los ojos abiertos o cerrados marca alguna diferencia.
Repite nuevamente el sonido "E" de ambas maneras, en voz más alta.
3) Repite los pasos ya descriptos
con el sonido de la "I"
4) Luego emite el sonido de la
"O".
5) Ahora trabaja con el sonido de
la "U". Puedes pronunciarla primero a la española, uh, y luego a la
inglesa, iu.
6) Cuando hayas terminado con las
vocales, emite los sonidos siguientes, haciéndolo con lentitud: AH, OH, UM.
Repite estos tres sonidos hasta que empiecen a fundirse unos con otros y te
encuentres emitiendo el sonido OHM. Puedes hacerlo con los ojos abiertos o
cerrados. Siente cómo vibra el sonido en tu garganta. Observa en qué otro lugar
del cuerpo sientes estos sonidos. ¿Hay resonancia en el Tercer Ojo, en la zona
del Timo o en la del Corazón?.
7) Ahora emite las notas que
quieras. Déjalas brotar de tu garganta, subiendo y bajando a voluntad.
8) Continúa entonando esas notas
hasta que todo tu cuerpo esté zumbando. Si lo has hecho con los ojos abiertos,
ciérralos al terminar. Si lo hiciste con los ojos cerrados, ábrelos al
terminar. Permanece quieta algunos minutos, sólo percibiendo tu cuerpo
¿Cómo sientes el cuerpo después
de este ejercicio? Los ruidos de la habitación, ¿te parecen ahora diferentes?
Puedes hacer también este ejercicio entonando tu propio nombre. Prueba
diferentes maneras de cantarlo: alto y bajo, rápido o lento, fuerte y suave.
¡Canta hasta que te retumben los oídos!
* * * * *
publicado por alexiis
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