El trabajo del Ángel de la Muerte
es una necesidad para la supervivencia en la Tierra.
Superar la violencia, entregar la
espada, es ver el rostro de Dios.. y vivir. Ese es el sentido de la leyenda.
Seguramente la humanidad no puede evitar la muerte como parte del orden
natural. Pero puede liberarse de la espada de la violencia para sobrevivir en
sociedad. El nombre no puede alcanzar el estado de inmortalidad de los Ángeles,
pero el Señor, bendito sea, le ofreció dos sendas: la senda de la vida y la
senda de la muerte. Hasta ahora el hombre ha elegido la muerte.
La senda de la vida conduce a
Dios. La senda de la muerte se aleja de Dios. La senda de la vida implica que
hay que caminar junto a los Ángeles de paz y compasión que están cerca de Dios.
La compañía de un Ángel bueno y
de un Ángel malo constituye una parte simbólica del viaje de cualquier hombre.
El nacimiento y la muerte nos
ofrecen oportunidades para trabajar con los Ángeles de manera profundamente
curativa. Estos acontecimientos son las puertas por las que el alma entra al
cuerpo físico y sale de él. En realidad, tienen tanta importancia para el Universo
que merecen una categoría de Ángeles especiales, provenientes de un orden muy
elevado.
Flower A. Newhouse, que escribió
extensamente sobre los Ángeles a principio de siglo, sugiere que los Ángeles
del nacimiento y de la muerte provienen del rango de cuidadores celestiales
conocidos como Poderes. Estos Ángeles ocupan la frecuencia que está por encima
del plano de los arcángeles y sobre los principados.
En el arte antiguo se mostraba
con frecuencia a los poderes como rayos. Newhouse nos dice que esto se debe a
que utilizan una carga eléctrica especial para conectar el alma con su cuerpo,
al nacer, y para liberarla a la hora de la muerte. Las enfermeras, testigos
frecuentes de la muerte, dicen a veces que, cuando una persona abandona la
vida, se ve un destello de luz.
Estos Ángeles del nacimiento y de
la muerte son deslumbrantes por su belleza y están rodeados por una intensa
aura de luz. Newhouse sostiene que son los últimos seres a los que vemos antes
de nacer y los primeros en recibirnos después de nuestra muerte. Brindan
consuelo y una sensación de seguridad a la persona en tránsito.
Al nacimiento de un bebé asisten
muchos Ángeles. Además de los poderes, el ángel acompañante del niño y los
compañeros de todos los presentes, están también los Ángeles de la curación y
vinculación. Igor Charkovski, el ruso experto en obstetricia y pionero de los
nacimientos bajo agua, ha dicho que siente las manos de los Ángeles ocupando
las suyas cada vez que sostiene un bebé que surge a la nueva vida.
Si participas en un nacimiento,
ya porque el parto sea tuyo o porque estés presente en uno, puedes acentuar la
participación de los Ángeles invitándolos a unirse contigo en tu corazón. Esto
fortalece tu deseo e intención de que el nacimiento sea fácil y no presente dificultades
para ninguno de los participantes. Tener el mejor resultado posible en tu
corazón es casi como ser un músico en una orquesta: las notas que ejecutas
resuenan con los Ángeles para crear una música armoniosa.
Así como el nacimiento es la
gozosa entrada en una vida llena de lecciones para el crecimiento del alma, así
la muerte puede ser un glorioso portal a la síntesis y el entendimiento, un
progreso en la evolución. Para muchos, la muerte es la curación que la vida no
proporcionó. Permite al alma que se ha atascado o que ya ha completado su
misión continuar hacia un mayor desarrollo.
Nuestra cultura perpetúa la idea
de que la vida es breve y la muerte, eterna, algo de temer. Ese no es el punto
de vista angélico. Ellos nos dicen que somos almas inmortales, que seguimos
evolucionando aún después de la muerte.
Si estás cerca de alguien que
vaya a abandonar el plano físico, puedes trabajar con tu Ángel y el guardián de
tu amigo o pariente, a fin de ayudar a esa persona par que se enfrente con la
muerte con mayor paz mental, sabiendo que ese es el paso siguiente en el viaje
de la evolución. Pide a los Ángeles que te ayuden a comprender las necesidades
de tu amigo en un plano de empatía. Sabrás si es conveniente o no compartir las
palabras o la información que obtengas. En algunos casos, la comunicación que
recibes de los Ángeles está destinada a elevar tu vibración personal, con el
fin de que puedas convertirte en un instrumento más sensible del Poder
Superior.
Pide a tu Ángel que te impregne
de luz cuando estés con el moribundo, para que puedas ser una presencia reconfortante:
serena, abierta y amante. No dejes de practicar las técnicas de cimentación y
liberación antes de entrar en el cuarto. Recuerda que, si bien estás allí para
celebrar la transición y siempre es un privilegio presenciarlo, también es
natural sentir pena. Pide a tu Ángel que te ayude a expresar tus sentimientos
de un modo que preste apoyo total a quien vaya a efectuar ese paso.
Mientras permanezcas allí, ábrete
a una mayor conciencia de los Ángeles y los seres de luz que están presentes.
Si crees que saber eso puede reconfortar a tu amigo, menciónalo. Sin embargo,
ese puede ser el momento exacto para alentar a tu amigo par que comparta
contigo lo que está experimentando.
Si eres tú mismo el que se
enfrenta con la muerte, pregunta a tu Ángel si hay algo que debas terminar en
esta vida antes de irte y cómo cumplirlo. Siente la presenta de tu Ángel en
todo momento y relájate en la seguridad de su abrazo. Cada vez que te
cimientes, siente que las fibras que brotan de tu cabeza se prolongan más y más
hacia los cielos. Si surgen temores, haz el ejercicio de liberación.
Cada vez te será más fácil
alinearte con tu Ángel, porque ahora estás más cerca de él que nunca desde el
día en que naciste. Cuando te prepares para entrar en el reino no físico,
puedes conversar constantemente con tu Ángel, él te llevará en gozo a la
siguiente dimensión.
Cuando nos acercamos al fin de
nuestra vida física, con frecuencia estamos más abiertos a los asuntos
espirituales. Algunas personas tienen experiencias místicas que las dejan
completamente serenas o con una luz interior que brilla en los ojos.
A veces, cuando por algún motivo
el proceso natural de la muerte no es tan tranquilo como se esperaba, los
Ángeles guardianes intervienen para ayudar. Ellos nos indicarán qué hacer si se
llega a presentar una situación así, ya que nos e pueden dar indicaciones
generales, por ser diferente cada situación que se viva.
El reino angélico nos abre a
nuevos senderos hacia el corazón, nuevos entendimientos de la Voz Interior,
mientras nos esforzamos en alcanzar el estado de unidad con el Todo. Nuestra
conciencia de los Ángeles nos ablanda, haciéndonos más suaves, y revive nuestra
esperanza y nuestra fe. Y como sabemos por los diarios milagros y las traviesas
manifestaciones que se producen a nuestro alrededor, a los mismos Ángeles les
encanta que los conozcamos y confiemos en ellos. Disfruten al servir, quizás
porque su ayuda contribuye a establecer mejor la fe y la confianza en que somos
realmente amados por nuestro Hacedor, que se complace en vernos florecer en la
vida.
* * * * *
NUESTRA AURA
Todas nuestras emociones,
nuestros pensamientos, incluso los más secretos, forman alrededor nuestros
arabescos luminosos, un verdadero alfabeto que los Ángeles están en condición
de descifrar.
Serán ciertamente estos símbolos
coloreados los que atraigan hacia nosotros a estos Seres de Luz, que se
encuentran sobre nuestra misma longitud de onda. Esto ocurre a cada instante de
nuestra vida diaria, también durante el sueño. Además, nuestros sueños son bien
visibles en el aura que nos rodea.
Pero atención, pues nuestro
posicionamiento mental y emotivo puede atraer también a los seres oscuros.
Por medio de esta ley inmutable,
un ánimo gozoso atraerá Seres gozosos, un ánimo hastiado atraerá sobre sí vibraciones
de hastío, un deprimido se rodeará de depresiones, etc.
Sobre todos los planos, desde los
más sutiles a los de la vida cotidiana, nosotros, y solamente nosotros, somos
los constructores de nuestra vida.
La serena confianza en los
Ángeles, la apertura mental y espiritual frente a ellos, "señala" de
un modo particularismo nuestra aura. Es como si nos estampasen un sello
luminoso que los Devas de todas las especies perciben.
Este "sello Celeste" es
la contraseña a través de la cual se reconocen a ciertas personas, localizadas
y utilizadas como canales para hacer descender sobre los planos de la Tierra
energías, intuiciones, consejos, posibilidades.
Este espléndido sello es, sin
embargo, muy frágil. Una vibración de orgullo, de vanidad, interés personal,
egoísmo, lo rompería en pedazos.
Este es uno de los motivos por
los cuales los humanos no han sido casi nunca conscientes de ser los ayudantes
visibles de los hermanos celestes, para protegerlos de los inevitables
arrebatos de orgullo, puesto que el ánimo humano es inestable ye imprevisible,
sujeto a todas las pasiones.
Queda todavía un punto bastante
importante por examinar. No todas las jerarquías de ángeles perciben la
presencia humana, sino sólo aquellas que están más cercanas a la superficie de
la Tierra.
Los Grandes Arcángeles con
deberes extraplanetarios no tienen ningún tipo de contacto con la especie
humana. De esa se ocupan, cuando es necesario, sus "subalternos"
El Arcángel responsable del
planeta Tierra puede todavía percibir la presencia de fuertes individuales
humanas; se trata de de individuos muy evolucionados, particularmente seguidos
desde lo alto.
Más allá del Arcángel Planetario,
el hombre no tiene ya ningún ascendiente. Esto no significa que el hombre esté
abandonado a sí mismo, ¡todo lo contrario! Millares de seres se ocupan de él,
llevan sus plegarias e invocaciones hasta la Divinidad, interviniendo donde sea
necesario, pero cada uno tiene su menester y no interfiere en la misión de los
otros.
Los ojos de los Ángeles, que ven
perfectamente nuestras auras, nos perciben como criaturas a veces espantosas,
rodeadas por formas, colores y sonidos estridentes y desagradables, que les
hieren. Los sonidos de nuestra civilización son lacerantes: silbidos, golpes,
chirridos de metal, sirenas, bocinas, gritos…
Podemos añadir a todo esto la
vibración todavía peor que acompaña a los frenazos, insultos, explosiones, y
entenderemos qué gran sacrificio deben soportar los Ángeles al acercarse a
nosotros. Precisamente Ellos, que provienen de mundos de belleza, música,
colores y armonía, tienen como misión la custodia de esta humanidad ruidosa e
insensata…
Cuando además se entromete la
música de varios rockeros, de los heavy, se superan verdaderamente los límites
soportables, no sólo los humanamente soportables, lo que es limitado de por sí,
sino que nos hacemos repelentes para los mismos Ángeles, ¡que precisamente nos
muestran tanta paciencia! Oigámosles:
"Si solamente emulaseis a
los Devas del aire en su paso silencioso, que viven su vida no con ausencia de
sonido, sino en medio de los cantos…. Todos sus movimientos son armonía, cada
pensamiento traza un esplendoroso cuadro sobre la tela del cielo…. Sus
verdaderas pulsaciones son un murmullo de alegría.
"Cuando enseñéis a los
hombre que nosotros acudimos a ellos, pedidles este favor en nuestro nombre:
que cultiven la paz.
"La vida debe ser en verdad
movimiento y sonido en movimiento; pero haced que todos los sonidos de la vida
humana tengan armonía y enseñadles a hacer su camino dulce y melodioso.
"Enseñadles a escuchar la
música de los árboles, mostradles el modo de vivir de los abetos, de los pinos
y de las hayas, que continuamente oscilan y cantan. Han oscilado y cantado
desde que el tiempo existe, ahora son incapaces en cualquier circunstancia de
sonidos estridentes y discordantes en su canto.
"Muchas veces nos acercamos
tanto a vosotros, que esperamos que oigáis el batir de nuestras alas, más por
desgracia no nos oís. Muy a menudo debemos retirarnos, alejarnos casi con
horror, rechazados por los sonidos y por las formas emanadas de vuestro modo de
vivir.
"Rogad por la abolición de
todo sonido que pueda ofender los oídos de un niño. En la ciudad, en las
carreteras, en los senderos del campo, en la fábrica, en las granjas, buscad la
armonía de cada cosa.
"Mientras no eliminéis
gradualmente esta insalvable barrera de ruido que habéis levantado, separará
vuestro mundo del vuestro.
"Enseñad a vuestra gente a
cultivar las horas de tranquilidad, a aprender la alegría de la paz, el estado
de ánimo de la felicidad silenciosa…. Comenzad una gran campaña, decid a todos
que quieren ayudaros, que esta gran oleada de brutalidad y de violencia debe
pasar, pues este hecho constituye un preliminar esencial para la realización de
nuestros recíprocos ideales."
Estas palabras, escritas hace
sesenta años, cuando aún había un gran silencio comparado a hoy día, nos hace
entrever algo que en aquellos tiempos era casi desconocido para la masa: la
meditación.
El Ángel habla del silencio
interior, de escuchar e imitar el susurro de los árboles, de crear el silencio
en el alma, y de intentar transportar este silencio al mundo exterior.
Por lo que respeta al ruido
físico, todavía hay mucho que trabajar; pues, al contrario, parece que cuanto
más pasa el tiempo, más ruido hacemos.
Para el silencio interior, por el
contrarios, algo se está empezando a hacer. Con mucha lentitud, pero gradual e
imparablemente, en el mundo occidental se va difundiendo la meditación.
Este es un sendero privilegiado,
por medio del cual llegaremos al contacto con los Ángeles.
* * * * *
EL ÁNGEL DE LA PACIENCIA
En los antiguos templos de
enseñanza, se consideraba que la "paciencia" es mucho más que la mera
tolerancia y que el simple hecho de aguantar o soportar una determinada
situación. Se pensaba en ella como el Poder de la Persistencia, la
perseverancia, la determinación y la resolución. Poder que podía ser utilizado
más eficazmente una vez que el iniciado había desarrollado el sentido de
proporción entre el pensamiento y la acción y había logrado el equilibrio entre
el mundo interior y el mundo exterior.
Cuando invoques al Ángel de la
Paciencia, iniciarás una amistad con la Reina de los cielos. Ella te hará
elevarte hacia el camino del puro pensamiento, y te enseñará lo que realmente
significa el optimismo y la paciencia.
Tú amarás su manera franca,
sincera y directa de expresarse. Ella no te mimará, ni estará de acuerdo con
las excusas que le presentes para justificar tus actos irracionales, tus
arrebatos emocionales o tu conducta demasiado indulgente con respecto a cualquiera
de tus actos.
Ella siempre te dirá la verdad y
esa es la razón que hace que pueda ser un aliado tan confiable a lo largo de
nuestro viaje espiritual.
La paciencia consiste
esencialmente en no quedarnos colgados en el pasado y en no proyectarnos en el
futuro, viviendo realmente en el momento presente con todas sus consecuencias.
Pero a menudo el demonio de la
impaciencia nos tienta con sus tretas malignas. Por regla general utiliza el
miedo y creemos que somos impacientes cuando en realidad estamos siendo
temerosos. ¡Y ni siquiera nos atrevemos a pedir!
Los humanos no tenemos paciencia
porque no queremos. La paciencia es algo que podemos pedir a los Ángeles. Estos
están encantados dándonosla.
Te propongo que:
Siéntate o estírate en una
posición cómoda y relajada y despreocúpate de lo que ocurre en el exterior.
Cierra los ojos y respira
profundamente, tranquilamente, sin prisas. Deja que con el aire que espires
salgan también todos tus nervios, tus miedos y tu impaciencia.
Sigue respirando a fondo y
visualiza a tu silla o el suelo como un colchón de luz. visualiza esta luz y
poco a poco déjate caer en ella. Desde esa luz imagina que el tiempo no existe,
que vives en un presente eterno.
Pídele al Ángel de la Paciencia
que nunca te abandone.
* * * * *
PROGRAMACIÓN ANGÉLICA Nº 28
Cómo Enfrentar el Miedo y la
Debilidad
Ahora veamos qué representa y en
qué consiste nuestro lado oscuro o sombrío. Abrimos la mente e invocamos a los
Ángeles; será bueno tenerlos cerca cuando observemos las sombras.
Vamos a tomar el diario o lápiz y
papel, porque haremos una lista de nuestras características negativas,
imperfecciones, debilidades en general y fragilidades humanas.
Sobre una de las caras del papel
anotamos una característica que nos genere problemas: por ejemplo, celos,
vergüenza, envidia, codicia, crueldad, enfado dirigido erróneamente, juicio de
uno mismo y de otros, o cualquier cosas que se presente como un aspecto de
lucha en nuestra personalidad.
Ahora, en la otra cara del papel,
vamos a escribir algo sobre el origen de esta característica, por qué se
presenta como una lucha; luego nos imaginamos de qué nos defiende. En otras
palabras, vamos a definir la característica como si fuera un temor que tenemos
y vamos a tratar de rastrearla hasta llegar a un ejemplo concreto en nuestra
vida.
Yo creo que casi todo lo que
escondemos en las sombras es el resultado de un temor generado en la infancia o
desarrollado en la vida adulta a través de las distintas relaciones e
intercambios concretados en un mundo de miedos.
Después de haber hecho este
examen, vamos a fantasear sobre las distintas maneras de eliminar el temor y
vamos a anotar cuál es el antídoto positivo para la característica negativa.
Tendremos que asegurarnos de pedir que los Ángeles se os usan en esta
transformación.
Te doy como ejemplo un escenario
relacionado con la característica de los celos. Buscamos el origen de los
celos, y luego imaginamos qué es lo que más tenemos en relación con esta
emoción. Después de esto, vamos a tomar conciencia de un hecho esencial;
tenemos ese temor alojado en la mente justo en este momento y podemos
desarrollar formas constructivas de eliminar el problema practicando mucho y reconociendo
con sinceridad las ocasiones en que los celos pugnen por aparecer.
Aparte, vamos a hacer una lista
de las cualidades positivas y las cualidades de luz que poseemos. Pensemos
ahora en una característica perteneciente a la lista del lado luminoso que
pueda ayudarnos a superar el temor vinculado con la característica negativa que
queremos transformar.
Vamos a pedirles a los Ángeles
que nos insuflen inspiración cada vez que surja una característica negativa, de
modo que tengamos la posibilidad de rastrearla hasta su fuente (el temor) y
podamos decidir suprimirla.
El temor destruye la creatividad
y la felicidad. Permitir que el temor se apodere de uno sin reconocerlo,
conduce a resultados finales negativos tales como sufrir una depresión, una
enfermedad grave o sentirse atrapado en relaciones desdichadas.
Estos resultados negativos son
señales que nos advierten que ya venció el plazo para que aumentemos la cuota
de amor y aceptación de nosotros mismos; son signos que no sindican que tenemos
que regresar al camino correcto y desarrollar nuestro verdadero y especial don
del amor. Los Ángeles nos acompañan, y para ellos la perfección no es una
aspiración ni una forma de recompensa.
Los Ángeles nos recompensan con
sinceridad para con nosotros mismos, y lo hacen guiándonos para que nos
fortalezcamos interiormente y desarrollemos la tranquilidad y la felicidad sin
motivo, y para que de esa manera nosotros irradiemos un brillo deliciosa hacia
el mundo que nos rodea.
* * * * *
por alexiis
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