Existe otro ritual a través del cual se
puede saber cual es el nombre del Ángel Guardián y conversar con el. Para esto
se necesita preparar espejo de amatista. Este es un cristal redondo,
transparente de alrededor de seis pulgadas de diámetro (unos l5 CMS.) que se
puede conseguir fácilmente en una cristalería. También puede usar el cristal de
un marco de cuadro barato. Este cristal se pinta por uno de sus lados con
pintura color violeta o morada. Cuando este seca la pintura, se le pega una
amatista en cada extremo del cristal formando una cruz. Las amatistas deben ser
colocadas en la parte del cristal que no esta pintada, pero que refleja una
superficie violeta.
Una vez que el espejo ha sido preparado
de esta forma, se consagra colocándolo sobre un paño violeta sin usar. El
espejo se cubre del todo con sal de mar por veinticuatro horas. Esto lo
purifica y a la vez lo consagra en el elemento tierra que es simbolizada por la
sal Cuando se cubre el espejo de sal se dice:
En Nombre del Creador del Universo y de
sus ángeles, te consagro y purifico en el elemento tierra.
Luego se le saca la sal y se rocía con
agua de los ángeles o con agua bendita para consagrarlo en el elemento agua.
Al rociarlo se dice:
En Nombre del Creador del Universo y de
sus ángeles, te consagro y purifico en el elemento agua.
Para consagrarlo en el elemento fuego, se
enciende una vela color violeta y se pasa a través del espejo en forma de cruz,
de una amatista a la otra.
Se dice:
En Nombre del Creador del Universo y de
sus ángeles, te consagro y purifico en el elemento fuego.
Por ultimo se consagra en el elemento
aire pasándolo sobre un incensario con incienso, mirra y flor de lavandula y se
dice:
En el Nombre del Creador del Universo y
de sus ángeles, yo te consagro y purifico en el elemento aire.
Después que el espejo ha sido consagrado
nadie más que su dueño podrá tocarlo. Cuando no este en uso, se guarda en un
sitio seguro envuelto en el paño violeta.
El espejo de amatista se usa para saber
los nombres de los ángeles y establecer contacto con ellos, especialmente el
ángel guardián de la persona. Se usa el color violeta y las amatistas porque
este color es el rayo más alto que existe en el espectro solar y el que conecta
la corona de la cabeza con las fuerzas de alta jerarquía espiritual. En el
sistema de los chakras representa el séptimo chacra o centro vital que también
esta conectado con la corona de la cabeza.
Antes de usar el espejo, la persona debe
haber ayunado por 24 horas, absteniéndose de relaciones sexuales, licor, tabaco
y todo tipo de drogas. El ayuno es importante porque el estómago no debe estar
lleno durante ningún ritual y la abstención ayuda a concentrar la atención de
antemano en lo que se desea conseguir en el ritual. Las relaciones sexuales se
evitan porque desperdician energías y esto disminuye el poder de la persona que
va a hacer el ritual. La pureza de mente y de cuerpo es de importancia
intrínseca en todo contacto con los ángeles.
El ritual se debe llevar a cabo solo en
Luna Creciente y nunca en sábado. La mejor hora para hacerlo es la medianoche.
La persona debe estar vestida de blanco y descalza. El lugar se despoja de
vibraciones negativas rociándolo con agua y sal de mar. Luego se pasa incienso
y mirra con flores de lavándula. Inmediatamente se hace un circulo invisible
alrededor del cuarto con un cuarzo blanco, el cual se ha limpiado con agua y
sal de mar y programado para llevar a cabo purificaciones de este tipo. El
círculo se forma empezando y terminando en el Este para proteger a la persona
de fuerzas negativas. Al hacer el círculo se dice:
En Nombre del Creador del Universo y los
cuatro grandes Arcángeles, Rafael, Miguel, Gabriel y Uriel yo sello este
círculo en luz y paz.
Después que el círculo ha sido sellado la
persona se sienta en el suelo sobre una sábana blanca cubierta con pétalos de
rosas blancas. Las luces se apagan de antemano. Sobre la sábana, frente a la
persona, se coloca el paño violeta con el espejo amatista. A su alrededor se
encienden cuatro velas cortas color violeta en forma de cruz. Luego se dice:
"En Nombre del Creador del Universo,
yo pido a mis ángeles guardianes que
se revelen ante mí en este espejo sagrado
de amatista, en el rayo violeta.
Amen".
A continuación cierre los ojos, relájese
y respire profundamente, inhalando por la nariz contando hasta cuatro,
aguantando la respiración haciendo el mismo conteo y exhalando también en
conteo de cuatro. Esta respiración se conoce como pranayama. Repita lo anterior
seis veces. Inmediatamente después empiece a contar hacia atrás, del diez al
uno. Esto pone a la persona en un leve trance, en lo que se conoce como estado
alfa, cuando es más fácil contactar las fuerzas del Inconsciente.
Al llegar al número uno, levántese y
diga:
Mi Ángel de la Guarda, que velas
principalmente por mi, revélame tu nombre y tu rostro divino en nombre de
Nuestro Creador.
Coloque de inmediato la mente en blanco,
y espere. Casi al instante va a llegar a la mente el nombre del ángel. El
primer nombre que se perciba es el nombre del Ángel Guardián. Es importante no
analizar el nombre, sino aceptarlo sin duda alguna.
Tan pronto se recibe el nombre del ángel,
se abren los ojos y se mire al espejo, visualizando una luz violeta que refulge
sobre su superficie. En el medio de esta luz se forma el rostro o imagen del
Ángel Guardián. Diga a continuación:
Gracias, ángel mío y mencione su nombre.
En estos momentos se pide un mensaje al
ángel o se le pide ayuda en algo que se desea o necesita. Coloque de nuevo su
mente en blanco y recibirá la respuesta del ángel. Esto también se conoce, como
la conversación con el Ángel Guardián, de esta manera se le pueden hacer
preguntas al ángel y recibir su respuesta. Naturalmente no es aconsejable hacer
preguntas inapropiadas o que puedan ser ofensivas a un espíritu de alta
jerarquía. La conversación con ángel Guardián debe ser usada para ayudar la
evolución espiritual de la persona o en acciones materiales sobre las cuales la
persona no tiene control y que se esperan peligros para ella o sus seres
queridos.
El contacto no debe pasar de quince
minutos.
Cuando el ángel ha contestado las
preguntas, se le dan las gracias y se apagan las velas, antes de recoger el
espejo y la sábana, se toma el cuarzo de nuevo y se hace un nuevo circulo
diciendo:
En Nombre del Creador del Universo y de
sus grandes Arcángeles Rafael, Miguel, Gabriel, Uriel yo desvanezco este
círculo en luz y paz. Este ritual ha terminado.
El cuarto se recoge y se guarda todo para
usarlo en otra ocasión. Los pétalos se echan a volar por una ventana.
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