Es muy importante comprender que nada se pierde, que no existe el vacío. En el universo todo tiene un sentido de ser. A. Besan, una gran teósofa dijo hace más de cien años, que no existe un solo punto vacío en el ilimitado universo.
También Vicente Beltrán Anglada un gran investigador del mundo angélico dice que cuando un ser humano emite un deseo o un pensamiento, se desprende una energía o impulsos de esencia creadora que van a parar al éter del espacio.
Es éste un punto muy importante para nosotros, para el ser humano, ya que es fácil comprender que de la calidad o negatividad de los pensamientos emitidos constantemente en un determinado círculo, depende en gran parte nuestra serenidad o nuestro desequilibrio interior.
Toda esa esencia que se desprende de nuestros pensamientos y deseos, es lo que nos viene posteriormente suministrado en los pequeños y grandes acontecimientos de nuestras vidas.
Estamos y es lógico que así sea, preocupados por la polución de nuestro planeta, por el mal uso que se hace de los dones que la Tierra nos ha entregado desde siempre, pero no es menos importante la polución psíquica producida por los accesos de mal humor, de violencia, disputas, crueldad, indiferencias que son creadas constantemente.
Dicho de otra manera y esto tiene una gran responsabilidad, si nosotros como seres humanos no creáramos estas energías, el aire que respiramos sería mucho más limpio, porque la polución exterior es la consecuencia de nuestra cristalización interna.
Todas esas energías no se deshacen, no desaparecen, van a parar a unos depósitos comunes para todo el mundo. Suelen ser llamados Egrégores.
Es este un nombre muy conocido esotéricamente.
Todo pensamiento de condición negativa y dañina, va acumulándose bajo el poder de un Egrégor llamado el Morador del Umbral.
Todo esfuerzo por mejorar nuestra forma de ser, todo acto de bondad o de amor queda bajo la tutela del Ángel de la Presencia. Esto es así cuando recreamos en nuestro pensamiento situaciones que satisfacen nuestros rencores, cuando nos recreamos en el odio que nos ha producido el mal o la ofensa que alguien nos ha infligido.
Toda esa energía, que es algo que no se materializa, es lo que le da cada vez más poder a ese Morador del Umbral.
Si nuestro desconcierto o falta de voluntad nos lleva a cometer la mala acción que deseamos, esa energía se cristaliza y se convierte en un acto kármico entre la otra persona y yo.
No perjudicará a nadie más que a mi mismo y al otro ser, no involucrará a nadie más y yo deberé saldar ese problema en su momento, pero toda esa energía ya no va a parar a ese gran banco, a ese Egrégor, al Morador del Umbral. De ese depósito acumulado, verdadero banco de energía negativa, es el que alimenta al mago negro, al delincuente a los violentos y gentes de mal de nuestro planeta.
Cuando alguien está a punto de cometer un acto delictivo, succiona o le es suministrada la cantidad necesaria como una especie de carburante retenida por ese Egrégor negro, el cual le aportará la fuerza necesaria para llevar a cabo lo que desea.
De todo esto el ser que comete actos contra otro ser humano, suele ser inconsciente, ignora la ayuda que le es suministrada. Otro caso diferente es el usado por quien conoce el manejo y la ayuda de la energía negativa y se alimenta conscientemente de ella.
Lo mismo sucede con la energía acumulada por el Ángel de la Presencia. Esta energía positiva ayuda a las dudas y deseos de superación de los propios egoísmos, nos permite levantarnos una y otra vez de nuestras caídas.
Ayuda a toda persona que siente la alegría de poder sanar a otro ser.
Todo esto indica la enorme responsabilidad de todo pensamiento que generamos.
Indica nuestra cooperación a que lo que nos rodea tenga un tipo de cualidad determinado y su posterior consecuencia en el equilibrio o caos de nuestra propia vida.
Resumen: Esto nos lleva a que seamos consciente constantemente de los pensamientos, deseos, y/o decretos que en cada momento emitido para que realmente logremos enfocarnos en las energías de amor, paz, libertad, felicidad y gozo con el apoyo de los ángeles que en todo momentos están alrededor nuestro. Namasté.
¡Que tengan un muy buen día!
TOMADO DE LA WEB
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